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Industria financiera: tendencias que marcarán los próximos años

Criptomonedas, banca móvil y seguridad, hacen parte de la industria fintech

Industria financiera

08 Junio 2023

En abril del año 2021, cuando el bitcoin superó los US$64.000, un reconocido inversionista dijo haberse dado cuenta de que había llegado el momento de vender tras observar un aviso en el Metro de Londres que invitaba a los pensionados a comprar criptomonedas.

‘Sea como Brenda’, decía la publicidad, en alusión a una mujer mayor ya retirada que afirmaba haber comprado bitcoins en unos pocos minutos, lo cual le había permitido ganar una pequeña fortuna al venderlos al alza, aprovechando la subida de precios.

Creado en 2008 por Satoshi Nakamoto, del que no se sabe si es una persona o el seudónimo de un grupo, el bitcoin se sustenta en la tecnología blockchain, que se asemeja “a un gran libro contable, público y distribuido, en el que queda reflejado el histórico de todas las transacciones, en lo que se conoce como cadena de bloques, difícilmente falsificable”, según Wikipedia.

De hecho, el blockchain hoy es usado en aplicaciones para pagos electrónicos y la firma digital de contratos, y algunos expertos la califican como una tecnología disruptiva y fundamental para los servicios financieros, un sector que atraviesa un período de transformación, por cuenta de la digitalización y la transformación digital.

Y aunque los críticos del bitcoin lo acusan de ser una pirámide más, sus defensores suelen recordar que, en un mundo en el que los bancos centrales de los países desarrollados emiten sus monedas sin parar, los protocolos de la criptomoneda señalan que solo se extraerán 21 millones de bitcoins, y que el último lote se realizará a mediados del siglo XXII, por lo cual su precio no se verá afectado por la inflación.

Burbuja o no, las criptomonedas están en los titulares de los medios de comunicación, y sus promotores suelen compararlas con la web en sus comienzos. Recordemos: la primera página web apareció en Internet en 1991 y desde entonces han surgido gigantes como Google y Amazon. Las redes sociales, a su vez, llegaron para quedarse y han cambiado (para bien y hasta para mal) la forma como nos comunicamos y relacionamos.

Pero, más de una década después de su creación, el uso del bitcoin y de otras criptomonedas como medio de intercambio, unidad de cuenta y depósito de valor sigue siendo limitado, a pesar de anuncios como los de El Salvador de reconocer su carácter de moneda de curso legal, lo cual también generó una ola de protestas en ese país.

Pero para generalizarse, los criptoactivos tendrán que ofrecer algo que las monedas tradicionales no garanticen, especialmente ahora que se habla de monedas digitales emitidas por los bancos centrales. El punto de venta original de bitcoin la libertad de cualquier tipo de control central tiene poco atractivo para la gente común, según un informe de The Economist. La mayoría de las personas solo quiere un sistema de pago que sea seguro y fácil de usar.

Además, dadas las deficiencias de las criptomonedas la falta de protección al consumidor, grandes volatilidades de precios, software complicado, rendimiento lento y un apetito voraz por la electricidad, aún no superan una especie de fase beta a pesar del ruido y las afirmaciones de sus promotores. “Las criptomonedas son como una solución en busca de un problema”, concluía un análisis de The Economist.

Banca móvil e Internet, los ganadores

Banca móvil

Más allá de la polémica suscitada por las criptomonedas, la industria financiera está cambiando para mejor en todo el mundo. Gracias a la pandemia, ha habido un aumento en los pagos en línea y en la experimentación por parte de los consumidores con nuevos servicios proporcionados por empresas de pagos digitales.

En Colombia, según la Superintendencia Financiera, durante el año 2022 la banca móvil se consolidó como el principal canal de operaciones monetarias y no monetarias del sector, con un volumen de operaciones que superó los 8.500 millones, seguida por Internet con más de 1920 millones y los datáfonos con 1221 millones. El informe destaca que el 59% de las transacciones del sistema son realizadas a través de aparatos móviles, presentando una variación del 41% con respecto al año 2021.

A lo anterior se añade una nueva clase de startups que agregan el sufijo tech a su nombre para demostrar su disrupción digital. Es así como han surgido soluciones tecnológicas enfocadas en nichos del mercado, todas terminadas en ‘tech’: fintech, proptech, insurtech y hasta wealthtech y regtech.

Los parientes tecnológicos siguen multiplicándose día a día, al punto que ya hay agritech (agricultura), adtech (publicidad) y hasta legaltech. “El sistema financiero colombiano está experimentando su mayor transformación en décadas, un proceso acelerado por la pandemia”, explica Jorge Castaño, Superintendente Financiero.

Apalancadas en tecnologías como la Inteligencia Artificial, la Computación en la Nube, la robótica y la biometría, las instituciones financieras buscan mejorar sus procesos y la experiencia del cliente. A ello hay que añadir el Blockchain, Open Banking, Metodologías ágiles y el Internet de las Cosas. La transformación digital de la industria requirió una gestión de riesgos diferente y dinámica, generando reacciones positivas en las entidades financieras.

La Superintendencia reveló, además, las siguientes cifras relacionadas con incidentes de seguridad:

  • 76% disminuyeron los incidentes cibernéticos en el año 2022 con respecto al 2021
  • $425.000 millones invirtieron los establecimientos bancarios para la seguridad de la información y la ciberseguridad
  • Los bancos redujeron la probabilidad de incidentes cibernéticos y siguen fortaleciendo sus estrategias para los consumidores financieros

Por su parte, el Centro Cibernético de la Policía Nacional, hasta octubre del 2022, había registrado más de 54.000 denuncias por delitos informáticos, una cifra que supera en un 30% al pasado 2021.

A pesar de ello, el balance es positivo y hacia el futuro la Superintendencia según Castaño tendrá que seguir siendo un catalizador de la transformación, con la autorización de nuevos modelos de negocio. Así, deberá existir una regulación habilitante, políticas de facilitación y la implementación de tecnologías para mejorar el proceso de supervisión.

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